En un país lejano vivía una reina
muy bella, pero muy vanidosa. Su hijastra Blanca Nieves ere aún más hermosa. Dime espejo mágico,
¿Cuál de las dos es la más hermosa? - pregunto un día la reina. ¡Blanca Nieves es
la más hermosa, Majestad! - contestó el espejo. La malvada reina no lo pudo soportar, entonces ordenó
a un servidor que llevase a Blanca Nieves al bosque, la matara y trajera su corazón. Pero, aquel hombre se arrepintió
y le dijo a Blanca Nieves que escapara y se escondiera en el bosque. Blanca Nieves corrió hacia el bosque, corrió
sin descansar durante mucho tiempo hasta que encontró una casa muy pequeña y bonita. -¡Esta será
mi salvación! -pensó Blanca Nieves. Una vez adentro se asombró -¡Qué pequeño
es todo aquí, parece que viven niños! Voy a limpiarlo todo. Cuando terminó estaba tan cansada que se
quedo dormida en las camitas. Al despertar ¡Oh sorpresa, los que allí vivían eran enanitos! Se encontró
rodeada de siete pequeñitos que al saber de lo que ocurría prometieron protegerla de la madrastra. Así
fue como Blanca Nieves encontró un refugio en el bosque. Un día, la reina que se había enterado
que Blanca Nieves estaba viva, se disfrazó de viejecita y la invitó a que probase una manzana que ella misma
había hechizado. Blanca Nieves mordió la manzana y se desmayó. Todos los enanitos comenzaron a llorar
sin consuelo. Un príncipe que pasaba por aquel lugar se acercó para ver que sucedía. Cuando vio
a Blanca Nieves, su belleza lo enamoró y la besó. Blanca Nieves despertó del encantamiento. ¡Los
enanitos se pusieron muy contentos! Blanca Nieves y el Príncipe se casaron y fueron muy felices.
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